4. PSA – El antígeno prostático (PSA) es una proteína producida normalmente para la próstata, sin embargo en los casos de cáncer de próstata su concentración se puede ver aumentada. Conozca más sobre el antígeno prostático, Cuando es superior a 4,0 ng/ml puede indicar el desarrollo de cáncer y, cuando es superior a 50 ng / ml, puede indicar la presencia de metástasis.
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08/09/2016 – 05:00 Actualizado: 08/09/2016 – 23:03 Un avance que podría salvar miles de vidas. Así lo han calificado sus creadores durante la presentación en el Festival de Ciencia, el mayor evento científico de Reino Unido, La prueba se basará en un análisis de sangre que funcionará como un “detector de humo”.
La investigación ha sido desarrollada por la Escuela británica de Medicina de la Universidad de Swansea, que ha trabajado durante cuatro años con personas sanas, enfermos de cáncer y pacientes que mostraban algunos síntomas, aunque aún no tuvieran desarrollada la enfermedad. Un total de 300 sujetos de experimento que han servido para ratificar esta metodología.
La prueba se puede definir como una especie de “detector de humo”. En realidad, no se ve el fuego, que sería el propio cáncer, pero estos análisis de sangre pueden detectar el rastro que deja. Su potencial es enorme, ya que el diagnóstico precoz es un factor clave en las tasas de supervivencia Cuando hay un tumor maligno presente en nuestro organismo, incluso cuando aún no se han presentado síntomas visibles, se producen cambios en la estructura sanguínea.
Esto no es nocivo para las personas en sí mismo; el hecho de que los glóbulos rojos varíen no causa daños relevantes en nuestro organismo, pero es un buen indicador de que algo no está funcionando bien, El director de la investigación, Gareth Jenkins, afirma que “esto podría tener un enorme potencial, ya que el diagnóstico precoz es un factor clave en las tasas de supervivencia”.
Análisis de sangre oncológicos: análisis de laboratorio utilizados en el diagnóstico del cáncer – Los análisis de sangre para detectar cáncer pueden ayudarle a tu proveedor de atención médica a hacer un diagnóstico de cáncer. Infórmate sobre los análisis de sangre para el cáncer y cómo se usan.
Escrito por el personal de Mayo Clinic Si a tu proveedor de atención médica le preocupa que puedas tener cáncer, es posible que necesites hacerte más pruebas para estar seguro. Los análisis de sangre para el cáncer suelen formar parte de este proceso. Las muestras que se obtienen para los análisis de sangre para la detección de cáncer se analizan en un laboratorio a fin de identificar signos de cáncer.
Cuando se las observa en un microscopio, las muestras pueden mostrar las células cancerosas propiamente dichas. Otros análisis de sangre pueden detectar proteínas u otras sustancias producidas por el cáncer. Los análisis de sangre también pueden indicarle a tu proveedor de atención médica cómo funcionan tus órganos.
La mayoría de los análisis de sangre no sirven para diagnosticar el cáncer por sí solos. Sin embargo, pueden proporcionar pistas que pueden llevar a tu equipo de atención médica a hacer el diagnóstico. Para la mayoría de los tipos de cáncer, suele ser necesario hacer un procedimiento en el que se extrae una muestra de células a fin de analizarlas y asegurarse.
Algunos ejemplos de los análisis de sangre que se usan para diagnosticar el cáncer son los siguientes:
Causas del nivel bajo de plaquetas – Su nivel de plaquetas puede ser bajo si el cuerpo no está produciendo suficientes plaquetas, está perdiendo plaquetas o si las plaquetas se están destruyendo. En pacientes con cáncer, el nivel bajo de plaquetas puede ser causado por:
Definición – La linfocitosis, o un recuento elevado de linfocitos, es un aumento en un tipo de glóbulo blanco de la sangre denominado linfocito. Los linfocitos ayudan a combatir las enfermedades, por lo tanto es normal que la cantidad de linfocitos aumente temporalmente después de una infección.
Dolor causado por el cáncer en sí – La presión que un tumor ejerce sobre los nervios, huesos u órganos puede causar el dolor del cáncer. Compresión de la médula espinal: cuando un tumor se propaga a la columna vertebral, puede ejercer presión en la médula espinal.
Si usted tiene este tipo de dolor, se considera una emergencia y debe buscar ayuda de inmediato. La compresión de la médula espinal tiene que ser tratada inmediatamente para evitar la pérdida del control de la vejiga o el intestino, o que ocurra una parálisis.
O puede que se pueda someter a cirugía para extirpar un tumor que está ejerciendo presión en la columna vertebral, seguido entonces por radiación. Dolor en los huesos: este tipo de dolor puede ocurrir cuando el cáncer se origina en los huesos o se propaga a estos.
Los bifosfonatos son medicamentos que pueden ayudar a fortalecer los huesos debilitados y a prevenir las fracturas. Estos son ejemplos de tratamientos que son dirigidos a detener la causa del dolor en los huesos. Puede que usted aún necesite medicamentos contra el dolor, pero algunas veces estos tratamientos por sí solos pueden reducir significativamente su dolor.
El dolor en los huesos también puede suceder como un efecto secundario de los medicamentos conocidos como medicamentos de factores de crecimiento o factores estimulantes de colonias (CSF). Estos medicamentos se pueden administrar para ayudar a evitar que los recuentos de glóbulos blancos disminuyan después del tratamiento.
Los medicamentos CSF ayudan al cuerpo a producir más glóbulos blancos, los cuales se forman en la médula ósea. Debido a que la actividad de la médula ósea es más alta con estos medicamentos, puede producirse dolor en los huesos.
Linfoma, un cáncer silencioso.
Tratamiento para los síntomas del cáncer avanzado – Si bien es cierto que algunos casos de cáncer avanzado no son curables, hay medidas que se podrían tomar con el fin de lograr que se sienta tan bien y por el mayor tiempo como sea posible. Esta atención dirigida a aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de la vida se llama cuidado paliativo,
El cuidado paliativo se centra en el paciente y la familia en lugar de la enfermedad. Este tratamiento está destinado para tratar los síntomas ocasionados por el cáncer y su tratamiento. Algunos profesionales de la salud también la llaman atención de apoyo. Dependiendo de la parte en el cuerpo en la que se encuentre el cáncer, los síntomas podrían ser muy diversos.
No todas las personas experimentan todos estos síntomas. En muchos casos, estos síntomas no son causados directamente por el cáncer o pueden tener más de una causa. Su médico puede darle más información sobre la localización del cáncer y sobre los síntomas que podría causar.
Dolor Depresión y ansiedad Cansancio y debilidad Pérdida del apetito Cambios en el peso Náuseas y vómitos Estreñimiento Inflamación en la región del vientre
Puede que el cáncer que se ha propagado a ciertas partes del cuerpo, tal como cerebro, huesos, hígado o pulmones ocasione otra serie de síntomas. Acceda a más información al respecto sobre la propagación del cáncer (metástasis) en el contenido donde se detallan de la manera correspondiente.
Reiteramos que el objetivo del cuidado paliativo es prevenir y aliviar el malestar o sufrimiento por los síntomas, así como proveer un apoyo para tener la mejor calidad de vida posible para los pacientes y sus familiares, independientemente de la etapa de la enfermedad. Entre otros de los síntomas que podrían surgir se incluye dificultad para respirar y obstrucciones en la función de los intestinos y del riñón.
Estas son situaciones muy grave que requieren de tratamiento inmediato.
Tipos de analíticas de sangre que pueden realizarse – Los tipos de analíticas que se realizan más frecuentemente son los siguientes:
Hematología completa : se conoce como conteo sanguíneo completo (CBC), es la analítica más común, mide la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y hemoglobina. Permite detectar infecciones, anemias o problemas de coagulación. Química sanguínea : denominada panel metabólico básico, mide la sustancias químicas presentes en la sangre a través del plasma, Permite obtener información de los huesos, los músculos, el corazón, el hígado y los riñones. Análisis de enzimas sanguíneas : puede detectar ciertas reacciones químicas en el cuerpo, Permite detectar ciertas patologías, por ejemplo, un ataque al corazón. Pruebas de coagulación de la sangre : permite detectar el nivel de coagulación del paciente, para diagnosticar trastornos en la coagulación.
Dolor causado por el cáncer en sí – La presión que un tumor ejerce sobre los nervios, huesos u órganos puede causar el dolor del cáncer. Compresión de la médula espinal: cuando un tumor se propaga a la columna vertebral, puede ejercer presión en la médula espinal.
A esto se le llama compresión de la médula espinal. El primer síntoma de la compresión de la médula espinal es generalmente dolor de espalda y/o cuello, y a veces es intenso. También puede sentir dolor, entumecimiento o debilidad en un brazo o una pierna. A menudo, el dolor se intensifica al toser, estornudar o al hacer otros movimientos.
Si usted tiene este tipo de dolor, se considera una emergencia y debe buscar ayuda de inmediato. La compresión de la médula espinal tiene que ser tratada inmediatamente para evitar la pérdida del control de la vejiga o el intestino, o que ocurra una parálisis.
Si usted recibe tratamiento contra la compresión tan pronto comienza el dolor, generalmente podrán prevenirse complicaciones graves. El tratamiento para la compresión de la médula espinal suele implicar radioterapia a la zona donde el tumor está presionando en la columna vertebral y esteroides para encoger el tumor.
O puede que se pueda someter a cirugía para extirpar un tumor que está ejerciendo presión en la columna vertebral, seguido entonces por radiación. Dolor en los huesos: este tipo de dolor puede ocurrir cuando el cáncer se origina en los huesos o se propaga a estos.
Los bifosfonatos son medicamentos que pueden ayudar a fortalecer los huesos debilitados y a prevenir las fracturas. Estos son ejemplos de tratamientos que son dirigidos a detener la causa del dolor en los huesos. Puede que usted aún necesite medicamentos contra el dolor, pero algunas veces estos tratamientos por sí solos pueden reducir significativamente su dolor.
El dolor en los huesos también puede suceder como un efecto secundario de los medicamentos conocidos como medicamentos de factores de crecimiento o factores estimulantes de colonias (CSF). Estos medicamentos se pueden administrar para ayudar a evitar que los recuentos de glóbulos blancos disminuyan después del tratamiento.
Los medicamentos CSF ayudan al cuerpo a producir más glóbulos blancos, los cuales se forman en la médula ósea. Debido a que la actividad de la médula ósea es más alta con estos medicamentos, puede producirse dolor en los huesos.