¿Puede sangrar la nariz mientras el paciente está durmiendo? – Es posible. Existen varios factores que pueden generar hemorragias nasales durante el sueño. A veces se producen pequeñas subidas de tensión que pueden generar epistaxis mientras dormimos. También la sequedad del ambiente generada, por ejemplo, en los meses de invierno con las calefacciones favorece estas hemorragias.
Es la pérdida de sangre del tejido que recubre la nariz. El sangrado ocurre con más frecuencia en una fosa únicamente. Las hemorragias nasales son muy comunes. La mayoría de ellas ocurre debido a irritaciones menores o resfriados. La nariz contiene una gran cantidad de vasos sanguíneos diminutos que sangran fácilmente.
El aire que se mueve a través de la nariz puede secar e irritar las membranas que recubren su interior. Se pueden formar costras que sangran cuando se irritan. Las hemorragias nasales son más frecuentes durante el invierno, cuando los virus del resfriado son comunes y el aire de las áreas bajo techo tiende a ser más seco.
La mayoría de estas hemorragias ocurre en la parte frontal del tabique nasal. Este es el pedazo de tejido que separa los dos lados de la nariz. Este tipo de hemorragia puede ser fácil de detener para un profesional entrenado. Con menos frecuencia, las hemorragias nasales se pueden presentar en la parte alta del tabique o en una parte más profunda de la nariz como en los senos o en la base del cráneo.
Irritaciones debido a alergias, resfriados, estornudos o problemas sinusalesAire muy frío o secoSonarse la nariz con mucha fuerza o hurgarse la narizLesión en la nariz, incluso una fractura de nariz o un objeto atascado en la narizCirugía de los senos paranasales o de la hipófisis (transesfenoidal)Tabique desviado (tejido que divide la nariz en 2 fosas nasales) Irritantes químicos incluyendo medicamentos o fármacos en aerosol o inhaladasAbuso de los aerosoles nasales descongestionantesTratamiento con oxígeno a través de cánulas nasalesInhalar cocaína
Las hemorragias nasales repetitivas pueden ser un síntoma de otra enfermedad, como presión arterial alta, un trastorno hemorrágico o un tumor de la nariz o de los senos paranasales. Los anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin), clopidogrel (Plavix) o el ácido acetilsalicílico ( aspirin ) pueden ocasionar o empeorar una hemorragia nasal. Para detener una hemorragia nasal:
Siéntese y apriete suavemente la porción blanda de la nariz entre los dedos pulgar e índice (de tal manera que las fosas nasales estén cerradas) durante 10 minutos completos. Inclínese hacia adelante para evitar tragar sangre y respire por la boca. Espere al menos 10 minutos antes de verificar si el sangrado se ha detenido. Asegúrese de esperar el tiempo suficiente para que el sangrado se detenga.
La aplicación de compresas frías o de hielo sobre el puente nasal puede ayudar. No tapone el interior de la nariz con gasa. No se recomienda acostarse mientras se está presentando una hemorragia nasal. Se debe evitar aspirar o sonarse la nariz durante varias horas después de la hemorragia.
CÓMO ACTUAR – El especialista señala que ante una hemorragia nasal se debe tapar la nariz presionando con los dedos, inclinar la cabeza hacia delante, esperar unos minutos y si no cede acudir a urgencias. Además, aconseja mantenerse sentado para no tragar sangre.
” Debe evitarse inclinar la cabeza hacia atrás o acostarse, ambos gestos hacen que traguemos la sangre y, además, impiden conocer si estamos o no sangrando. Mantener la calma es fundamental, evita que aumente la tensión arterial que nos haría sangrar más”, aclara Armengot. Una vez cortada la hemorragia y en las 24 horas siguientes hay que evitar hacer esfuerzos, no tomar fármacos con efecto anticoagulante o antiagregante como la aspirina y los sonados fuertes.
Si le hemorragia es repetitiva y/o se acompaña de cualquier otro síntoma o signo a nivel nasal o general (obstrucción nasal, mucosidad, dolor de cabeza, fiebre, cansancio, palidez de piel, manchas en la piel, sangrado de encías, etc.), se debe acudir siempre al médico.
Puede ser un proceso banal o el signo de una grave enfermedad”, acentúa Armengot. Las pruebas a realizar se adaptarán a la clínica: rinoscopia y endoscopia, análisis de sangre, TAC, resonancia nuclear magnética, arteriografía, etc. Solo en los casos en los que haya alteraciones de la coagulación sanguínea se requieren fármacos para restaurar sus valores normales.
También si es necesario bajar una hipertensión arterial o para tratar la enfermedad responsable de la epistaxis, pero una vez se ha establecido el diagnóstico.
Otras causas frecuentes de déficit de glóbulos rojos. – La hemorragia se define como la salida de sangre de las venas, arterias o capilares por los que circula. Esta puede ser externa (sangrado nasal, menstruación, herida externa) o interna (no vemos la sangre). Resulta lógico pensar que esta pérdida de sangre se traduzca en una pérdida de glóbulos rojos y por consiguiente puede ocasionar anemia. Pero no cualquier sangrado produce esta falta de hierro. Para que ocurra deben darse varios factores. Respecto a la menstruación, esta puede dar lugar a anemia si es abundante y dura más de 3, 4 días.
Las hemorroides también pueden favorecer pérdida extra de sangre a largo plazo. Pero también puede deberse a problemas internos. Las alteraciones intestinales pueden conllevar un déficit de este mineral. Esto ese debido a que, si el alimento no pasa suficiente tiempo en la zona de intestino, no da tiempo a extraer el hierro de forma completa.
Esto puede ocurrir en los episodios de gastroenteritis, celiaquía, intolerancias alimentarias, colon irritable, etc. A nivel de estómago, las úlceras pueden provocar hemorragias, las cuales podemos detectar en ocasiones por el color oscuro de las heces o vómito.
Qué hacer si nos sangra la nariz – El tratamiento de la epistaxis o hemorragia de la nariz dependerá de la causa, localización y abundancia del sangrado. Si la hemorragia persiste o es abundante, es importante acudir lo antes posible a un servicio médico para ser atendido.
Este taponamiento no debe mantenerse durante más de 72 horas y en ocasiones puede requerir tratamiento antibiótico para evitar infecciones en la mucosa. Se pueden aplicar diferentes materiales para realizarlo. En caso de que la hemorragia sea en la parte posterior de la cavidad nasal se realizará un taponamiento posterior que requiere de anestesia adecuada ya que resulta doloroso y traumático.
7. Sinusitis – La sinusitis es la inflamación de los senos nasales que puede causar síntomas como sangrado nasal, dolor de cabeza, escurrimiento nasal y sensación de peso en el rostro, especialmente en la frente y en los pómulos. Generalmente, la sinusitis es producida por el virus de la influenza, siendo común durante crisis de gripe, pero también puede ser causada por el desarrollo de bacterias en las secreciones nasales, que quedan presas en el interior de los senos nasales.
Las hemorragias nasales son frecuentes en niños de tres a 10 años de edad, y la mayoría de ellas se deben a que el niño se ha hurgado la nariz o a que el aire está demasiado seco. Pueden asustar, pero no suelen ser un problema importante. La mayoría se detienen por sí solas y se pueden tratar fácilmente en casa.