Si encuentras sangre en las heces de tu gato, es una señal de alerta. Los gatos son compañeros ideales pues son inteligentes e independientes pero también son juguetones, amorosos y cariñosos. Son conocidos por ser muy limpios e higiénicos. Se asean a sí mismos y hacen sus necesidades en lugares específicos, como lo son las cajas de arena, aunque también van al baño en jardines o espacios exteriores.
Las heces dicen mucho sobre la salud de nuestros gatos y pueden advertirnos que algo anda mal. Si tu gato tiene sangre en las heces, debes llevarlo al veterinario lo más pronto posible. Recuerda tener a mano las fechas de sus desparasitaciones más recientes, sus vacunas y su historial médico. Es importante que le puedas dar la mayor información a tu veterinario para así llegar a un diagnóstico acertado, por eso es recomendable detallar el color de las heces, la cantidad de sangre que tiene y si hay otros síntomas; como diarrea, estreñimiento, fiebre, vómitos, apatía, problemas respiratorios, aletargamiento, depresión, falta de apetito, irritabilidad.
En general la sangre en las heces puede ser clara u oscura. Si es rojo claro, significa que el sangrado se está presentando en algún lugar posterior al estómago, como el intestino grueso, delgado o el recto.
Contents
Si tu pequeño se encuentra bien y no has notado nada raro ni diferente en él, es posible que simplemente se trate de un estreñimiento puntual. En cualquier caso, que tu gato haga caca con sangre no es normal y es un claro síntoma de que algo le ocurre; debes estar alerta y llevarle al veterinario si no se soluciona.
Ayuda a aliviar la diarrea o las heces sueltas en perros y gatos.
Los primeros síntomas visibles que un dueño podría notar incluyen depresión generalizada, pérdida de apetito, fiebre alta, letargo, vómitos, fuerte diarrea, secreción nasal y deshidratación. Los gatos enfermos pueden sentarse frente a su tazón de agua por largos períodos sin tomar mucha agua.
Diagnóstico: ¿cuándo hay que ir al veterinario? – No debes subestimar la diarrea en gatos. Si los síntomas persisten más de 24 horas o aparecen otros signos de enfermedad, lleva al gato al veterinario. Y es que una pérdida de líquidos o electrolitos puede ser mortal.
Para iniciar una terapia específica, es crucial que el veterinario te haga varias preguntas (anamnesis). Hay indicios importantes, como un cambio brusco de comida, la ingesta de sustancias tóxicas o la duración de la diarrea hasta el momento, que pueden ayudar a determinar el diagnóstico. Tras la anamnesis, es importante evaluar el estado general del gato.
Por ejemplo, hay que reestablecer una circulación inestable antes de emprender otras medidas diagnósticas.
¿Cuánto dura el virus en el medio? – El virus en sí mismo es muy resistente en el medio ambiente y sigue desprendiéndose de los gatos afectados o recuperados hasta dos meses. El virus puede persistir en el medio ambiente hasta un año, incluso en la superficie de los cuencos de comida o la ropa de cama.
Suero casero para gatos deshidratados – También puedes realizar un suero casero para gatos, utilizando ingredientes que seguro tienes en tu cocina. Solo necesitarás 1 litro de agua natural, 1 cucharadita de sal, ½ cucharadita de bicarbonato de sodio, 3 cucharadas de azúcar, el zumo de medio limón.
Asegúrate de que tu gato se alimente adecuadamente, para así prevenir un cuadro de desnutrición. Recuerda que si tu gato esta deshidratado, no comerá. Ofrécele comidas húmedas, que para gatos hay muchas opciones.Como dijimos antes, la prevención de una deshidratación en gatos es el mejor tratamiento y consejo que te podemos dar. Asegúrate de que tu gato no deje de tomar, aunque sea un poco de agua al día. Deja cuencos de agua fresca en sus sitios favoritos, para incentivarlo a que beba, sobretodo en los meses de más calor.
Y con esto llegamos al final del post, espero que te haya servido esta información acerca de la deshidratación en gatos, Si tienes alguna consulta o experiencia, no dudes en comentarlo con la comunidad Pets Bioforestal,
Nunca le administres medicamentos de venta libre para seres humanos sin consultar con el veterinario, incluidos anidiarreicos como Imodium®, Kaopectate®, y Pepto Bismol ®. Pueden ser tóxicos para tus mascotas y, según el factor causante de diarrea, estos medicamentos pueden ser más dañinos que beneficiosos.
¿Se le puede dar amoxicilina a un gato? – la respuesta – La respuesta a tu duda es que sí puedes dar amoxicilina a tu gato bajo prescripción del veterinario, puesse absorbe más rápido y fácilmente que otros antibióticos y, además, los felinos suelen tolerarlo bien.
Así, nunca intentes administrárselo por tu cuenta, ya que será el veterinario el que te la recetará dependiendo del peso del gato y la gravedad de la infección. Si se le administra una dosis mayor podría producir daños en el organismo del animal en general, especialmente en el sistema digestivo y en órganos que se encargan de limpiar el organismo, como los riñones y el hígado.
Si vas a usar este medicamento, ten en cuenta que la amoxicilina existe en pastillas y en suspensión líquida. Seguro que si tenías esta duda también te preguntarás en general, “¿ puedo dar antibiótico a mi gato ?” La respuesta es similar a la anterior, ya que la amoxicilina es un antibiótico,
Es muy importante no dar antibióticos tú mismo al gato bajo ningún concepto, ya que, normalmente, los antibióticos utilizados para estos son los mismos que los indicados para los humanos y, debido a las grandes diferencias entre el metabolismo y fisiología humana y la del animal así como su peso, puedes producirle daños graves, por eso es tan importante visitar siempre al veterinario para que te recete un antibiótico adaptado a la dosis y el metabolismo de tu felino.
Sigue siempre sus pautas tanto en el tipo de antibiótico, como en la dosis, la frecuencia de las tomas y el tiempo de duración del tratamiento antibiótico. En este otro artículo de unCOMO te explicamos Cómo dar un medicamento a un gato,
Perros y gatos : Intramuscular o subcutánea. La dosis recomendada es de 15 mg de amoxicilina /kg p.v. /día (equivalente a 1 ml del medicamento. por cada 10 kg p.v.). Si es necesario, puede repetirse la dosis a las 48 horas.
Usos y efectos secundarios de la amoxicilina en pacientes caninos y felinos La amoxicilina es un antibiótico relativamente seguro y eficaz en perros y gatos. Es prescrita con frecuencia cuando se diagnostica infecciones bacterianas caninas o felinas. La amoxicilina es eficaz en una amplia gama de infecciones en perros y gatos.
Como resultado de ello, es utilizada en muchas diferentes circunstancias en pacientes caninos y felinos. ¿Qué es la amoxicilina? La amoxicilina es una aminopenicilina. Las aminopenicilinas también en ocasiones son denominadas ampicilinas o penicilinas de amplio espectro, lo que indica que su espectro de actividad es similar al de la ampicilina, otra aminopenicilina.
Usos de la amoxicilina en perros y gatos La amoxicilina es un bactericida contra bacterias que son sensibles a ella, lo que significa que mata a las bacterias en lugar de suspender su reproducción. La amoxicilina elimina muchas cepas de aerobios gram-negativos (una clase específica de bacterias que necesitan oxígeno para reproducirse), tales como E.
Coli, Klebsiella y Haemophilus. Su actividad contra estos organismos es mejor que la penicilina natural o la penicilina resistente a la penicilinasa. Además de eliminar a los aerobios gram-negativos, la amoxicilina también tiene cierta actividad frente a bacterias anaerobias (bacterias que crecen en ausencia de oxígeno), entre ellas Clostridia.
Estos tipos de infecciones son frecuentes en la población de perros y gatos, lo que convierte a la amoxicilina en una buena elección antibiótica en muchas circunstancias. La amoxicilina no es efectiva contra las bacterias que producen betalactamasas, como Staphylococcus aureus.
Posibles efectos secundarios de la amoxicilina en pacientes caninos y felinos En general, la amoxicilina es un antibiótico seguro, tanto en pacientes caninos como en felinos y cuando se observan reacciones adversas usualmente no son graves. Se sabe que han ocurrido reacciones de hipersensibilidad (o alergia) con el uso de amoxicilina en perros y gatos.
· Fiebre. · Eosinofilia (recuento elevado de eosinófilos en un hemograma completo). · Neutropenia (recuento bajo de neutrófilos en un hemograma completo). · Agranulocitosis (recuento bajo de agranulocitos en un hemograma completo) · Trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas) · Leucopenia (bajo recuento de glóbulos blancos) · Anemia · Nódulos linfáticos agrandados La amoxicilina puede producir habitualmente molestias gastrointestinales que originan vómitos, diarrea o falta de apetito.