Una persona con sangre espesa, o hipercoagulabilidad, puede ser propensa a la formación de coágulos. Cuando la sangre es más espesa o pegajosa de lo habitual, suele ser consecuencia de un problema en el proceso de coagulación. En concreto, un desequilibrio de las proteínas y las células responsables de la coagulación de la sangre puede conducir a la hipercoagulabilidad.
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Extracciones de sangre – El tratamiento más frecuente para la policitemia vera son las extracciones periódicas de sangre mediante una aguja que se inserta en una vena (flebotomía). Es el mismo procedimiento que se utiliza para donar sangre. Esto disminuye el volumen sanguíneo y reduce el número de células sanguíneas en exceso.
Puntos clave sobre la policitemia vera –
La policitemia vera es un raro trastorno de la sangre en el que hay un aumento de todas las células de la sangre, particularmente de los glóbulos rojos. El aumento de las células sanguíneas hace que la sangre sea más espesa. La sangre espesa puede conducir a ataques cerebrales o daños en los órganos y tejidos. Los síntomas incluyen falta de energía (fatiga) o debilidad, dolores de cabeza, mareos, dificultad para respirar, trastornos visuales, sangrado de la nariz, sangrado de las encías, menstruaciones abundantes, y moretones. El tratamiento puede incluir medicamentos y flebotomía, un procedimiento que elimina el exceso de sangre de su cuerpo.
Medicamentos por vía subcutánea – Existen dos medicamentos anticoagulantes: heparina y heparina de bajo peso molecular (Lovenox). Ambos se pueden inyectar justo debajo de la piel (vía subcutánea). A veces, esto se realiza si la administración del medicamento es necesaria durante un período de tiempo más prolongado (por ejemplo, durante el embarazo) y elimina la necesidad de una vía intravenosa a largo plazo.
Además de la práctica diaria de ejercicios para mejorar la circulación sanguínea de nuestro cuerpo, es importante la dieta que consumimos en la que deben estar presentes los alimentos ricos en potasio y vitamina C y B. Esto porque ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, así como la diabetes y la obesidad, entre otros males producto de una mala alimentación.
Favorece la circulación sanguínea y mantiene en buen estado los vasos sanguíneos. – Maracuyá. Relaja la tensión de los vasos sanguíneos y ayuda a mantener una correcta circulación sanguínea. – Manzana: Protege la salud cardiovascular, reduce los niveles de colesterol malo y otros compuestos que dañan la sangre.
Melón. Limpia el organismo y evita la retención de líquidos. – Naranja. Fortalece las paredes capilares gracias a su alto contenido en vitamina C. – Pera. Desintoxica la sangre y ayuda a drenar los líquidos retenidos. – Plátano: Elimina el exceso de líquidos que se acumulan sobre todo en las piernas debido a su alto contenido de potasio.
– Piña. Favorece la reconstrucción de las venas, elimina toxinas e incide en la formación de colágeno. – Uva. Disminuye el riesgo de sufrir de varices y arañitas. A esta lista se debemos incluir el consumo de agua, de un litro y medio a dos litros diarios.
Cómo purificar la sangre naturalmente – Como dijimos anteriormente, para tener la sangre siempre limpia, lo mejor es mantener una alimentación sana que facilite el funcionamiento de nuestros órganos vitales y, especialmente, de los sistemas encargados del desecho de las toxinas. Algunas de las formas más naturales y fáciles de depurar la sangre y mantenerla limpia son:
El hígado y los riñones son algunos de los órganos más importantes en el proceso de purificación de la sangre. Visita nuestros artículos Remedios caseros para limpiar los riñones y Cómo desintoxicar el hígado para conocer más formas de mantener las funciones de ambos órganos en condiciones óptimas.
Llamamos hematocrito al porcentaje del volumen de la sangre compuesta de glóbulos rojos. El nivel de hematocrito difiere en hombres y mujeres, siendo para los primeros en torno a un 45% de la sangre y en las mujeres un 40%. El aumento del nivel de hematocrito en sangre supone el riesgo de padecer trombosis debido a la acumulación de glóbulos rojos, por lo que corremos el peligro de sufrir un infarto de corazón o un ictus.
Lo ideal es tener un nivel de hematocrito normal, así que si lo tienes alto, deberías tomar medidas. En unComo te vamos a ayudar a saber cómo bajar el hematocrito con unos sencillos pasos que te contamos a continuación. Pasos a seguir: 1 Si eres fumador, deja de fuma r. El tabaco altera el transporte de oxígeno de los glóbulos rojos en la sangre, por lo que la circulación se altera.
Un fumador, al tener los niveles de oxígeno bajos, hará que su médula ósea produzca más glóbulos rojos, con lo que aumenta el hematocrito de la sangre.2 Realiza actividad física de forma moderada y gradual. Cuando estés realizando alguna actividad deportiva ve poco a poco y no llegues al estado de agotamiento ya que en ese momento es cuando utilizamos más oxígeno de nuestra sangre. 3 Donar sangre es una de las medidas para bajar el hematocrito ya que al donar estás limpiando tu sangre y renovándola, a la vez que eliminas el exceso de hierro de tu organismo, lo que será muy recomendable si quieres bajar tu nivel de hematocrito también.
Donando sangre eliminamos 250mg de hierro.4 Mantén una hidratación adecuada. La deshidratación produce mayor nivel de hematocrito junto con un volumen mayor de sangre y plasma debido a que hay menos líquido en el cuerpo para diluir la sangre, por lo que es muy importante que estemos bien hidratados para que los niveles de hematocrito no se disparen.
Aumenta la ingesta de líquidos en tu dieta diaria para evitar que esto ocurra. Lo recomendable es un mínimo de ocho vasos de agua diarios. En su contra, deberás evitar bebidas con alcohol o con cafeína ya que son diuréticas y estimulan la orina, por lo que causan deshidratación. 5 Toma aspirina un par de veces al mes. La aspirina ayuda a que la sangre se diluya y evita la formación de coágulos. Cuando tenemos un nivel alto de hematocrito, la sangre se vuelve más espesa, por lo que la aspirina ayudará a evitar esto.
Pimientos de cayena – Los pimientos de cayena pueden tener un poderoso efecto anticoagulante. Al igual que el jengibre, es rico en salicilatos. Pero también contiene vitamina E, que ayuda a reducir la coagulación de la sangre de diferentes maneras. Algunos estudios apuntan a que sugieren que las personas que ya toman medicamentos anticoagulantes deben evitar tomar grandes dosis de esta vitamina para evitar una multiplicación de su efecto.