Las plaquetas son células sanguíneas llamadas trombocitos y ayudan a que la sangre se coagule, por lo que se detiene el sangrado. El nivel bajo de plaquetas se denomina también trombocitopenia, Cuando sus niveles de plaquetas son más bajos de lo normal, la sangre no puede coagularse como debería, lo que hace que tenga un mayor riesgo de sangrado excesivo.
Contents
Síntomas de plaquetas bajas – Como es lógico, el descenso de plaquetas no se objetiva en la exploración física, pero el paciente puede explicar síntomas que hagan pensar en este proceso, como son:
Tendencia a la formación espontánea de hematomas, Aparición de petequias en la piel (hematomas diminutos). Hemorragia prolongada en heridas de escasa consideración. Sangrado espontáneo por la nariz. Sangrado de encías, Sangre en heces u orina, Menstruación muy abundante y prolongada. Cansancio marcado. Coloración amarillenta de la piel ( ictericia ). Aumento del tamaño del bazo en la cavidad abdominal.
Las plaquetas son fragmentos de células muy grandes de la médula ósea que se llaman megacariocitos. Ayudan a producir coágulos sanguíneos para hacer más lento el sangrado o frenarlo y para facilitar la cicatrización de las heridas.
Es un examen de laboratorio que mide la cantidad de plaquetas que usted tiene en la sangre. Las plaquetas son partes de la sangre que ayudan a la coagulación. Son más pequeñas que los glóbulos rojos y los blancos. La mayoría de las veces, no es necesario tomar medidas especiales antes de este examen.
El conteo de las plaquetas se puede realizar para controlar o diagnosticar enfermedades, o para buscar la causa de demasiado sangrado o coagulación. La cantidad normal de plaquetas en la sangre es de 150,000 a 400,000 plaquetas por microlitro (mcL) o 150 a 400 × 10 9 /L.
Si su conteo de plaquetas es inferior a 50,000 (50 × 10 9 /L), su riesgo de sangrado es mayor. Incluso las actividades cotidianas pueden causar hemorragia. Un conteo de plaquetas más bajo de lo normal se denomina trombocitopenia, El bajo conteo puede dividirse en 3 causas principales:
No se están produciendo suficientes plaquetas en la médula óseaLas plaquetas se están destruyendo en el torrente sanguíneoLas plaquetas se están destruyendo en el bazo o el hígado
Tres de las causas más comunes de este problema son:
Tratamientos contra el cáncer, como quimioterapia o radiación Fármacos y medicamentos Trastornos autoinmunitarios, que ocurren cuando el sistema inmunitario ataca y destruye por error tejido corporal sano, como plaquetas
Si su conteo de plaquetas es bajo, hable con su proveedor de atención médica sobre cómo prevenir el sangrado y qué hacer si está sangrando. CONTEO ALTO DE PLAQUETAS Un conteo alto de plaquetas es de 400,000 (400 × 10 9 /L) o superior. Una cantidad de plaquetas más alta de lo normal se llama trombocitosis.
Deficiencia de hierroDespués de ciertas infecciones, cirugía mayor o traumatismoCáncerCiertos medicamentosEnfermedad de la médula ósea llamada neoplasia mieloproliferativa (lo que incluye la policitemia vera )Extirpación del bazo
Algunas personas con conteos altos de plaquetas pueden estar en riesgo de formación de coágulos sanguíneos o incluso de sangrar demasiado. Los coágulos de sangre pueden llevar a problemas graves de salud. Hay pocos riesgos relacionados con la toma de muestras de sangre.
Las plaquetas son producidas en el proceso de formación de las células sanguíneas llamado (trombopoyesis) en la médula ósea, por fragmentación en los bordes citoplasmáticos de los megacariocitos.
Cuándo preocuparse por las plaquetas bajas – Aunque los niveles normales de plaquetas están entre 150.000 y 450.000 y por debajo de 150.000 ya se pueden considerar un indicador de algún problema de salud, es cuando las plaquetas están debajo de 50.000 hay que preocuparse,
Los pacientes con trombocitosis deben ser sometidos a pruebas para confirmar o descartar el desarrollo de una enfermedad oncológica – 09/06/2017 Actualizado a las 23:39h. La trombocitosis es una condición caracterizada por la presencia de una cifra elevada de plaquetas en sangre.
Una ‘condición’, que no necesariamente una enfermedad, totalmente asintomática y que afecta a hasta un 2% de la población mayor de 40 años. Pero cuidado: la trombocitosis puede ser muy peligrosa y potencialmente mortal. Y es que este exceso de plaquetas puede conllevar un mayor riesgo de formación de coágulos y trombos sanguíneos, aumentando así la probabilidad de que el paciente sufra un infarto de miocardio, un ictus o una embolia pulmonar.
Pero aún hay más. Según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter (Reino Unido), esta trombocitosis podría estar alertando del desarrollo de un cáncer varios meses antes de que aparezcan los síntomas.
Tal es así que, detectado este exceso de plaquetas, los pacientes deberían ser sometidos a pruebas para confirmar o descartar la presencia de un tumor. Como explica Sarah Bailey, directora de esta investigación publicada en la revista « British Journal of General Practice », «sabemos que el diagnóstico precoz es absolutamente clave para la supervivencia en el cáncer.
Nuestro trabajo sugiere que un número substancial de personas pueden obtener su diagnóstico de cáncer hasta tres meses antes si la presencia de trombocitosis induce la búsqueda de una posible enfermedad oncológica, Este tiempo puede suponer una diferencia vital para lograr un diagnóstico temprano».
Una infección bacteriana grave, determinadas infecciones virales (mononucleosis, hepatitis C, VIH, dengue), o enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide. Tener síndrome hemolítico urémico (SUH), un trastorno muy poco común y generalmente asociado a una infección por E.
MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) – Las plaquetas sanguíneas que interactúan con las células hepáticas y las células inmunitarias desempeñan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad del hígado graso, la inflamación del hígado graso no alcohólico y el cáncer de hígado, según demuestran científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ, por sus siglas en inglés) en Heidelberg, en Alemania, y la Universidad de Zurich, en Suiza, y el hospital universitario ahora en una publicación.
Los científicos también han desarrollado nuevos enfoques para el uso de fármacos para controlar el desarrollo de la enfermedad del hígado graso, lo que previene el cáncer de hígado a largo plazo. La enfermedad del hígado graso no alcohólico se encuentra entre los trastornos hepáticos crónicos más comunes en los países industrializados occidentales y la tasa también está aumentando rápidamente en los países recientemente industrializados.
Los expertos estiman que alrededor del 30 al 40 por ciento de la población mundial desarrolla esta afección hepática. En Estados Unidos, esta patología está en vías de convertirse en la indicación más frecuente para los trasplantes de hígado. Hasta la fecha, no existe un tratamiento médico efectivo para ello y las recomendaciones de tratamiento, por lo general, son un cambio de dieta y más ejercicio físico.
Para que la patología del hígado graso progrese a inflamación del hígado, células inmunitarias específicas tienen que invadir el hígado. Pero ¿qué les atrae? “Ahora hemos demostrado, por primera vez, que las plaquetas desempeñan un papel clave en este proceso”, afirma Heikenwlder.
Hicieron observaciones similares en personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Cuando los roedores se trataron con fármacos anticoagulantes, ‘Aspirina’ y clopidogrel, que también influyen en las plaquetas, además de los alimentos ricos en grasa durante doce meses, disminuyeron la cantidad de plaquetas invasoras y la cantidad de células inmunitarias inflamatorias en el hígado.