El derrame ocular, también llamado hemorragia subconjuntival o hiposfagma, es un leve sangrado que aparece en la esclerótica del ojo (parte blanca), debido a la rotura de alguno de los vasos sanguíneos del ojo, que son muy pequeños y delicados y pueden sangrar con relativa facilidad.
Descripción general – Una hemorragia subconjuntival se produce cuando un vaso sanguíneo pequeño se rompe justo debajo de la superficie transparente del ojo (conjuntiva). En muchos sentidos, es como tener un moretón en la piel. La conjuntiva no puede absorber la sangre con rapidez, por tanto, la sangre queda atrapada.
Es posible que no te des cuenta de que tienes una hemorragia subconjuntival hasta que te mires en el espejo y notes que la parte blanca del ojo tiene un color rojo brillante. Una hemorragia subconjuntival, generalmente, se presenta sin daños evidentes en el ojo. Un estornudo o tos fuertes pueden ocasionar la ruptura de un vaso sanguíneo del ojo.
No es necesario tratarlo. Una hemorragia subconjuntival puede parecer grave, pero, normalmente, es una afección inofensiva que desaparece en, aproximadamente, dos semanas.
Estornudar, pujar, cambiar bruscamente de temperatura y frotarse los ojos pueden causar el derrame. La respuesta es no: a pesar de su apariencia llamativa, un derrame ocular no es peligroso. El enrojecimiento de los ojos se presenta cuando se rompen los vasos sanguíneos de la membrana mucosa que cubre el globo ocular (conjuntiva). Entre las causas de un derrame ocular se encuentran un estornudo violento, un pujido, un cambio brusco de temperatura e incluso, frotarse los ojos.
Las hemorragias subconjuntivales no requiere de un tratamiento médico, ya que desaparecen por si solas, entre 7 y 10 días. Debido a que la sangre desaparece gradualmente con el tiempo. Por último, se recomienda a la población acudir al oftalmólogo una vez al año, y no esperar hasta que se presente un sangrado.003.
Al producirse un pequeño sangrado de color rojo sobre la parte blanca del ojo (esclerótica) parece una patología de gran gravedad, pero realmente no lo es. Podría ser grave en el caso de que el derrame ocular venga acompañado de dolor, picor o molestia, en ese caso lo mejor es visitar a tu oftalmólogo.
¿Qué es el infarto ocular? – Mucha gente se preguntará pero, ¿realmente se puede tener un infarto en el ojo? La respuesta es sí. Se conoce como infarto ocular y es una obstrucción total o parcial de alguna de las arterias o venas de la retina, Generalmente se produce cuando un pequeño émbolo llega a la arteria central de la retina y, en algún punto del fino entramado cardiovascular retiniano, obstruye el paso de la sangre.
El corazón es uno de lo órganos más importantes del cuerpo humano. El buen estado del sistema circulatorio es fundamental para que el resto de órganos puedan realizar sus funciones de forma correcta. – El corazón y los ojos tienen una estrecha relación.
Además de ser dos de los órganos más importantes, se ven afectados por condiciones muy similares: el tabaquismo, la obesidad, el colesterol alto, la hipertensión, la diabetes o la obesidad, tienen un efecto perjudicial tanto para el corazón como para la vista. Pero también las enfermedades cardiovasculares pueden afectar a la salud de los ojos.
Descuidar la buena salud de nuestro corazón y sistema circulatorio, puede tener serias consecuencias; como la oclusión de la vena central de la retina, impidiendo la circulación fluida de sangre; hemorragias subconjuntivales como consecuencia de la rotura de un vaso sanguíneo; o amaurosis fugaz o ceguera transitoria, es decir, la pérdida de visión de forma temporal en un ojo por un bloqueo momentáneo de la circulación sanguínea en la retina, generalmente por un coágulo.
Respuesta: Desafortunadamente, la respuesta no es un simple número. – Si bien la presión ocular promedio es de aproximadamente 15 mm Hg (milímetros de mercurio), el rango de presión ocular normal es mucho mayor. Aproximadamente el 90 por ciento de las personas esta entre una presión de 10 y 21.
Aun así, esto no significa que, si tiene una presión de 22 o más alta, sea anormal. Cada persona y cada ojo es diferente. Hay muchos pacientes con presiones en el rango de veinticinco que no tienen glaucoma, y su oftalmólogo puede hacer un seguimiento con exámenes oculares de rutina. También hay pacientes que han sido diagnosticados con glaucoma y, sin embargo, y a pesar de que el tratamiento puede disminuir su presión por debajo de 22, aún experimentan un empeoramiento de su glaucoma.
Es importante que consulte a un oftalmólogo para que le realice un examen completo y determine si la presión de su ojo es problemática.
Por esta razón, la única forma de detectar la hipertensión ocular es a través de una exploración oftalmológica completa, en la que se mide el valor de la presión intraocular mediante una prueba conocida como tonometría.
Es un parche rojo y brillante que aparece en la esclerótica del ojo. Esta afección es uno de varios trastornos denominados ojo rojo. La parte blanca del ojo (esclerótica) está cubierta con una delgada capa de tejido transparente llamada conjuntiva bulbar.
Algunos factores que pueden causar una hemorragia subconjuntival incluyen:
Aumentos súbitos de la presión, como los ocasionados por un estornudo o por una tos violentaTener presión arterial alta o tomar anticoagulantesFrotarse los ojosInfección viralCiertas cirugías o lesiones en el ojo
Una hemorragia subconjuntival es común en los recién nacidos. En este caso, se cree que la afección es causada por los cambios de presión a través de todo el cuerpo del bebé durante el parto. Un parche de color rojo brillante aparece en la esclerótica del ojo.
Usted debe hacerse revisar la presión arterial de manera regular. Una hemorragia subconjuntival con frecuencia desaparece por sí sola en alrededor de dos a tres semanas. La parte blanca del ojo puede verse amarilla mientras el problema desaparece. En la mayoría de los casos, no se presentan complicaciones.
Conn’s Current Therapy 2021, Philadelphia, PA: Elsevier 2021:509-513. Guluma K, Lee JE. Ophthalmology. In: Walls RM, Hockberger RS, Gausche-Hill M, eds. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice,9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 61.
Editorial team. Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.