Caldo de pollo – Es un remedio casero clásico. El caldo de pollo es una de las mejores formas de calmar un sistema digestivo irritado. Es ligero pero lleno de valor nutricional y es excelente para la hidratación. Unos cuantos platos al día fortalecerán a tu perro y reactivarán su apetito si no quiere comer.
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¡ALERTA! SANGRE EN LAS HECES – Si observas que las heces de tu perro tienen sangre debes acudir inmediatamente al veterinario, La sangre puede provenir de cualquier parte del aparato digestivo de tu perro. Según su origen, las heces con sangre en perros presentarán diferentes características.
Sangre oscura y maloliente en las heces de mi perro – La sangre fresca no resulta tan preocupante como esta, Si en sus deposiciones notas moco negro y huele, estamos hablando de un tipo de sangre llamada melena, y suele ser síntoma de una enfermedad grave.
Mi perro vomitó sangre y murió – Tristemente, muchos perros pasan por episodios muy violentos en los que vomitan sangre y tienen diarreas muy profusas. Estos le hacen perder todos los líquidos de su cuerpo y morir de forma fulminante. En otras ocasiones, este sangrado no es tan fuerte pero sí es síntoma de que algo malo está pasando en su interior,
Los síntomas de un cáncer, además de este sangrado son un debilitamiento general, una pérdida excesiva de peso, mal humor, depresión y pérdida de apetito. Si a esto se le suma que ha vomitado sangre es muy posible que estemos hablando de un tumor. Sin embargo, como hemos dicho al principio de este artículo, no siempre que tu perro escupa sangre se tratará de algo grave.
Mi perro vomita sangre, ¿qué le puedo dar? – Pero no siempre se trata de una enfermedad tan fulminante como el parvovirus. En ocasiones, nos encontraremos ante una úlcera o una irritación en su estómago. Si no estás pendientes de las cosas que se lleva a la boca tu perro, puede que acabe comiendo una rama, un tornillo o algo peor.
Es por ello muy importante que si sangra por la boca no uses ningún remedio casero y vayas al veterinario. Lo que hará el especialista es mirarle por dentro hasta encontrar la herida, determinando su tamaño, gravedad y cómo proceder. En otras ocasiones, el problema no es que se trague un objeto lesivo, es que haya tomado algo tóxico para él.