Introducción – La sangre es tejido vivo formado por líquidos y sólidos. La parte líquida, llamada plasma, contiene agua, sales y proteínas. Más de la mitad del cuerpo es plasma. La parte sólida de la sangre contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Las células de la sangre constantemente mueren y su cuerpo produce nuevas. Los glóbulos rojos viven unos 120 días y las plaquetas viven cerca de seis. Algunos glóbulos blancos de la sangre viven menos de un día, pero otros viven mucho más tiempo. Hay cuatro grupos de sangre: A, B, AB y O.
Los análisis de sangre como las pruebas de conteo sanguíneo ayudan a los médicos a analizar ciertas enfermedades y afecciones. También ayudan a comprobar la función de los órganos y muestran qué tan bien están funcionando los tratamientos. Algunos problemas de la sangre pueden incluir problemas de coagulación, coágulos sanguíneos y desórdenes plaquetarios,
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La parte líquida es el plasma, y las células son los glóbulos rojos responsables de transportar oxígeno y dióxido de carbono, los glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunitario, y las plaquetas, responsables de la coagulación sanguínea.
Antes que nada, si no sabes donde se producen las células sanguíneas, te informamos que las células sanguíneas se producen en la médula ósea. – La médula ósea es el material esponjoso ubicado en el centro de los huesos que produce todos los tipos de células sanguíneas.
Las células sanguíneas producidas en la médula ósea se forman como células madre. Una célula madre (o célula hematopoyética) constituye la fase inicial de todas las células sanguíneas. A medida que las células madre maduran, se desarrollan varias células distintas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Pregunta: Camila Pulido, 13 años Responde: Luisa Ospina, microbióloga ¿Qué es la sangre? Los científicos la definen como un tejido conectivo líquido presente en todos los vertebrados que recorre el cuerpo a través de capilares, venas y arterias. ¡Pero la sangre es mucho más que eso! Para muchas culturas, la sangre es vida, es fuente de poder, energía, un bien preciado o incluso alimento.
¿Qué es lo que la hace tan especial? Lo primero que hay que decir es que sin sangre no podemos vivir; lo segundo: que no es un simple líquido. De hecho, está compuesta por dos fases: una sólida (que son los glóbulos o células que hacen parte de ella) y una líquida, que es el plasma sanguíneo y que es medianamente traslúcido y amarillento.
Mientras el plasma está compuesto por agua y proteínas, en la fase sólida (los glóbulos o células) hay una gran variedad de células sanguíneas que cumplen muchas funciones en el cuerpo. Y de hecho, es por esta fase sólida que la vemos de color rojo. Si bien los vertebrados, como los humanos, contamos con una amplia diversidad de células sanguíneas, podemos dividirlas en tres grandes grupos: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
De hecho, el color rojizo es representativo de la presencia de hierro en la naturaleza; por ejemplo, en los suelos con alto contenido férrico. A la derecha puedes ver una molécula de hemoglobina. En la mitad de la molécula se logran leer la sigla Fe, que representan al hierro.
Ahora bien, en ciertos momentos el color rojo de la sangre varía. Por ejemplo, la sangre que está más oxigenada, y que es transportada de los pulmones a los órganos del cuerpo y los músculos a través de las arterias, tiende a ser más rosada. Por otro lado, la sangre oscura es aquella que ya transportó el oxígeno a algún destino y regresa, a través de las venas, al corazón y los pulmones llevando consigo dióxido de carbono para ser expulsado a través de la respiración para comenzar nuevamente el ciclo.
¡Este esta es una ingeniosa manera de llevar oxígeno a todo el cuerpo!, como también es ingeniosa la siguiente imagen que describe exactamente este proceso. Por Yikrazuul (trabajo propio), via Wikimedia Commons Lorem Ipsum Por Rogeriopfm, via Wikimedia Commons. Traducción: 1) Carbon dioxide: Dióxido de carbono – 2) Oxygen: oxígeno Lorem Ipsum
Tejido compuesto de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y otras sustancias suspendidas en un líquido que se llama plasma. La sangre lleva oxígeno y nutrientes a los tejidos y elimina los desechos. Células sanguíneas.
Color – El color de la sangre humana varía de rojo brillante cuando se oxigena a un rojo más oscuro cuando se desoxigena. Debe su color a la hemoglobina, a la que se une el oxígeno. La sangre desoxigenada es más oscura debido a la diferencia en la forma de los glóbulos rojos cuando la hemoglobina se une a ella (oxigenada) comparado con cuando no se une a ella (desoxigenada).
Plasma sanguíneo – El plasma sanguíneo es la porción líquida de la sangre que forma parte del líquido extracelular. Es el mayor componente de la sangre, representando un 55 % del volumen total de la sangre, con unos 40-50 mL/ kg peso. Es salado y de color amarillento traslúcido.
Entre estas proteínas están: fibrinógeno (para la coagulación), globulinas (regulan el contenido del agua en la célula, forman anticuerpos contra enfermedades infecciosas), albúminas (ejercen presión osmótica para distribuir el agua entre el plasma y los líquidos del cuerpo) y lipoproteínas (amortiguan los cambios de pH de la sangre y de las células y hacen que la sangre sea más viscosa que el agua).
Otras proteínas plasmáticas importantes actúan como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales como el cobre, el hierro, otros metales y diversas hormonas. Los componentes del plasma se forman en el hígado (albúmina y fibrinógeno), las glándulas endocrinas (hormonas), y otros en el intestino.
Cuando se coagula la sangre y se consumen los factores de la coagulación, la fracción fluida que queda se denomina suero sanguíneo.
¿Cuáles son las partes del sistema circulatorio? – Existen dos recorridos que parten del corazón:
En la circulación pulmonar:
la arteria pulmonar es una gran arteria que sale del corazón. Se ramifica en dos, y lleva la sangre del corazón a los pulmones. En los pulmones, la sangre recoge oxígeno y elimina dióxido de carbono. Y la sangre regresa al corazón a través de las venas pulmonares.
En la circulación sistémica:
la sangre que regresa al corazón se ha cargado de oxígeno en los pulmones. Por lo tanto, se puede distribuir al resto del cuerpo. La aorta es una gran arteria que sale del corazón llena de sangre rica en oxígeno. Las ramificaciones de la arteria aorta trasportan sangre a los músculos del mismo corazón, así como a todas las demás partes del cuerpo. Como si de un árbol se tratara, las ramificaciones se van volviendo más y más pequeñas conforme se van alejando de la aorta. En cada parte del cuerpo, una red de diminutos vasos sanguíneos, llamados capilares, conecta pequeñas ramificaciones arteriales con pequeñas ramificaciones venosas. Los capilares tienen unas paredes muy finas, lo que permite que los nutrientes y el oxígeno se distribuyan a las células. Los productos de desecho entran en los capilares. Luego los capilares desembocan en pequeñas venas. Y las venas pequeñas desembocan en venas de mayor tamaño a medida que la sangre se va acercado al corazón. Las válvulas de las venas permiten que la sangre siga fluyendo en la dirección correcta. Las dos grandes venas que llevan sangre al corazón son la vena cava superior y la vena cava inferior. (Los términos “superior” e “inferior” no significan que una vena sea mejor que la otra, sino que están situadas por encima y por debajo del corazón.) Una vez la sangre regresa al corazón, necesitará volver a entrar en la circulación pulmonar, donde eliminará el dióxido de carbono y se cargará de oxígeno.
La anemia debida a una hemorragia abundante se produce cuando la pérdida de glóbulos rojos es superior a su producción.
Cuando la pérdida de sangre es rápida, la presión arterial disminuye y las personas pueden sentirse mareadas. Si es gradual, las personas afectadas sienten cansancio y ahogo, y palidecen. Para determinar el origen de una hemorragia a veces es necesario un análisis de heces y de orina, y pruebas de diagnóstico por la imagen. Debe corregirse la causa de la hemorragia y, si es necesario, hay que realizar una transfusión y administrar suplementos de hierro.
Cuando se pierde sangre, el cuerpo absorbe agua rápidamente de los tejidos hacia el torrente sanguíneo con el fin de mantener los vasos llenos. Como resultado, la sangre se diluye y el hematócrito (el porcentaje de glóbulos rojos en la cantidad total de sangre del organismo o volumen total de sangre) se reduce.
Al principio, los síntomas de la anemia pueden ser graves, en especial si esta se desarrolla rápidamente como consecuencia de una pérdida repentina de sangre debida a una lesión, una intervención quirúrgica, un parto o una rotura de un vaso sanguíneo.
El suministro de oxígeno se reduce drásticamente debido a la rápida reducción del número de células encargadas de su transporte.
Es mucho más frecuente que la pérdida aguda de sangre y puede provenir de diferentes partes del cuerpo. A diferencia de las grandes cantidades de sangre perdida, como en las hemorragias nasales o en las hemorroides, cantidades de sangre más pequeñas pasan fácilmente inadvertidas.
Por ejemplo, una pequeña cantidad de sangre puede no ser visible en las heces. Este tipo de pérdida hemorrágica se conoce como sangre oculta. Si una pequeña hemorragia perdura durante mucho tiempo, puede perderse una cantidad significativa de sangre. Esta hemorragia gradual se produce en trastornos frecuentes, como úlceras Úlcera gastroduodenal Una úlcera gastroduodenal es una llaga circular u ovalada que aparece en el lugar donde se ha erosionado la mucosa gástrica o duodenal por la acción del ácido y los jugos digestivos del estómago.
obtenga más información de estómago o intestino delgado, pólipos Pólipos de colon y recto Un pólipo es un crecimiento que sobresale del tejido de la pared de un espacio hueco, como el intestino. Algunos pólipos son causados por trastornos hereditarios. El síntoma más frecuente es. obtenga más información en el intestino grueso, o cáncer del intestino grueso Cáncer colorrectal Los antecedentes familiares y algunos factores de la dieta (poca fibra, muchas grasas) aumentan el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
El plasma es un líquido transparente y ligeramente amarillento que representa el 55 % del volumen total de sangre. En el plasma se encuentran suspendidas las células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, Está formado por agua (90%), sales minerales y una gran cantidad de proteínas que velan por el buen funcionamiento de nuestro organismo, entre las que destacan las siguientes:
Las inmunoglobulinas, defensas que nos protegen de las infecciones. Los factores de coagulación, que son responsables, junto con las plaquetas, de detener el sangrado cuando nos cortamos. La albúmina, una proteína que transporta hormonas y fármacos y los lleva hasta los tejidos.
De los 5 litros de sangre que tiene de media una persona de 70 kilos, unos 3 litros son de plasma, ¿Quieres donar plasma?
Se llama anemia a una disminución del número de glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos) de la sangre. Los glóbulos rojos dan el color rojo a la sangre y son los encargados de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta cada uno de los órganos del cuerpo.
Para ello disponen en su interior de una proteína llamada hemoglobina, Una hemoglobina por debajo de 12 mg/dl en mujeres o por debajo de 13 mg/dl en varones es considerada anemia. Los glóbulos rojos se fabrican en el interior de los huesos, en una zona llamada médula ósea (el tuétano de los huesos de los animales).
Los glóbulos rojos viven unos 90 días en la sangre y posteriormente son destruidos, fundamentalmente en el bazo. Una anemia hemolítica es una anemia como consecuencia de la destrucción prematura de los glóbulos rojos en el interior de la circulación sanguínea.
Hemólisis (rotura de glóbulos rojos) en el interior del bazo (hemólisis extravascular ). Suele deberse a defectos en la fabricación de los glóbulos rojos. Como los glóbulos rojos están defectuosos, son destruidos en el bazo, el órgano donde se destruyen los glóbulos rojos cuando envejecen. Los defectos en la fabricación pueden localizarse en la membrana (envoltura) de los glóbulos rojos o en su hemoglobina (la proteína más importante del glóbulo rojo encargada del transporte de oxígeno). En ocasiones el problema no está en el glóbulo rojo, sino que existen anticuerpos que atacan a los glóbulos rojos propios, lo que se denomina anemia hemolítica autoinmune. Este ataque conduce a que los glóbulos rojos con anticuerpos adheridos a su superficie se destruyan al pasar por el bazo. Hemólisis en la propia circulación sanguínea (hemólisis intravascular ). Suele ser debida a la destrucción de los glóbulos rojos como consecuencia de infecciones, por medicamentos, por prótesis metálicas en el corazón o por una deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, una enzima que en circunstancias normales no tiene mucha utilidad pero que en situaciones de estrés (infecciones, inflamaciones, etc.) protege al glóbulo rojo de ser destruido. Si falta esta enzima los glóbulos rojos se destruyen ante infecciones u otras enfermedades.
El flujo de sangre a través del corazón – (Las abreviaturas se usan para señalar los nombres en la ilustración) El corazón bombea sangre a todas las partes del cuerpo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo y elimina el dióxido de carbono y los elementos residuales. A medida que la sangre viaja por el cuerpo, el oxígeno se consume y la sangre se convierte en desoxigenada,
La sangre desoxigenada regresa del resto del cuerpo al corazón a través de la vena cava superior (VCS) y la vena cava inferior (VCI), las dos venas principales que llevan la sangre de vuelta al corazón. La sangre desoxigenada entra a la aurícula derecha (AD), o cavidad superior derecha del corazón. Desde allí, la sangre fluye a través de la válvula tricúspide (VT) hacia adentro del ventrículo derecho (VD), o cavidad inferior derecha del corazón. El ventrículo derecho (VD) bombea sangre desoxigenada a través de la válvula pulmonar (VP) hacia la arteria pulmonar principal (APP). Desde allí, la sangre fluye a través de las arterias pulmonares derecha e izquierda hacia adentro de los pulmones. En los pulmones, se le incorpora oxígeno y se le retira dióxido de carbono a la sangre durante el proceso de respiración. Después de que la sangre recibe oxígeno en los pulmones, se llama sangre oxigenada, La sangre oxigenada fluye desde los pulmones de vuelta adentro de la aurícula izquierda (AI), es decir, la cavidad superior izquierda del corazón, a través de cuatro venas pulmonares. Luego, la sangre oxigenada fluye a través de la válvula mitral (VM) hacia adentro del ventrículo izquierdo (VI) o cavidad inferior izquierda. El ventrículo izquierdo (VI) bombea la sangre oxigenada a través de la válvula aórtica (VAo) hacia la aorta (Ao), la principal arteria que transporta sangre oxigenada al resto del cuerpo.
La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo a través de arterias, venas y capilares, y que transporta diferentes elementos, como glóbulos rojos, blancos, plasma y plaquetas, necesarios para realizar funciones vitales. La cantidad de sangre de una persona está relacionada con la edad, peso, sexo y altura. Un adulto tiene entre 4,5 y 6,0 litros de sangre en su cuerpo. Como todos los tejidos, la sangre cumple múltiples funciones, entre ellas oxigenación de todos los tejidos, defensa ante infecciones, coagulación de la sangre ante heridas y sangrado. Para cumplir con todas estas, cuenta con diferentes tipos de células, factores de coagulación, etc.
Esta “fábrica”, ante determinadas situaciones de salud, puede aumentar su producción en función de las necesidades. Por ejemplo, ante una hemorragia aumenta hasta siete veces la producción de glóbulos rojos y ante una infección aumenta la producción de glóbulos blancos.
Sus funciones y componentes – La Sangre representa 1/13 del peso total del cuerpo humano ( 5 litros en una persona de 65 Kg. de peso). Circula por las arterias y las venas. De color rojo vivo en aquellas y oscuro en éstas. El 55% es un líquido llamado plasma en el que están en suspensión diversas células: glóbulos rojos (43%), glóbulos blancos y plaquetas (2%); por lo tanto, el 55% es parte líquida y el 45% son partes sólidas.
A lo largo de este ciclo, la Sangre globalmente considerada cumple las siguientes funciones vitales:
RESPIRATORIA : transporta el oxígeno y una parte de dióxido de carbono que toma el aire de los pulmones. NUTRITIVA : mediante el aporte de sustancias procedentes de la digestión. INMUNITARIA O DEFENSIVA : protegiendo el organismo gracias a la presencia de los leucocitos o glóbulos blancos. EXCRETORA : recogiendo los residuos y desechos para ser eliminados. TRANSPORTADORA : de las secreciones y hormonas producidas por las distintas glándulas. REGULADORA : manteniendo en equilibrio el agua del organismo, la temperatura corporal, etc.
Si consideramos por separado los diversos componentes de la sangre, estas son sus funciones:
EL PLASMA : transporta el agua y los elementos nutritivos a las células. Contiene, asimismo, los anticuerpos útiles contra las enfermedades. Más del 90% está compuesto por agua, el resto son proteínas, glúcidos, lípidos, hormonas, potasio, sodio, etc. Es de enorme importancia en el campo de la transfusión sanguínea, ya que de él se obtienen la albúmina, las gammaglobulinas, los factores de coagulación, etc. LOS GLÓBULOS ROJOS O ERITROCITOS ( también llamados hematíes): Son las células sanguíneas más numerosas, contienen la hemoglobina que es la responsable de su color rojo característico. Transportan el oxígeno de los pulmones a los tejidos. Cada persona tiene entre 4.000.000 a 6.000.000 por milímetro cúbico de Sangre. El exceso de glóbulos rojos se denomina poliglobulia. Su déficit se denomina anemia. Tienen una vida media de cuatro meses. LOS GLÓBULOS BLANCOS O LEUCOCITOS : nos protegen contra infecciones. Una persona tiene de 4.000 a 10.000 leucocitos por milímetro cúbico. Tienen una vida muy corta, menos de 24 horas. LAS PLAQUETAS : taponan las hemorragias y favorecen por tanto la coagulación. Tenemos entre 150.000 y 400.000 por milímetro cúbico. Tienen una vida media de 4 a 5 días.
La sangre está compuesta por el plasma, sustancia intercelular líquida y un conjunto de células, suspendidas en el plasma. PLASMA SANGUÍNEO. El plasma sanguíneo es el fluido extracelular de la sangre. Comprende el 55% del volumen total.