La sangre es la encargada de transportar oxígeno y nutrientes a los pulmones y tejidos, llevar productos de desecho a los riñones y al hígado o regular la temperatura corporal, entre otras cosas. Se calcula que en un adulto recorre de promedio entre 4 y 5 litros de sangre por su cuerpo, lo que supondría en torno al 8% de su líquido total.
Pero hay un lugar al que no llega este líquido de color rojizo. Y es una parte de nuestro ojo. Lágrimas como sustituto a la sangre Pero, si la sangre hace tantas cosas en nuestro cuerpo, ¿cómo puede haber una parte de él que no la reciba? Esa parte del cuerpo se encuentra en los ojos, en ellos hay una sección que realiza su función sin necesidad de la sangre y esta es la capa exterior de la córnea del ojo,
La córnea es la encargada de que la luz pase a través de ella hacia el interior del ojo y es responsable de proteger el iris y el cristalino, Para poder funcionar a la perfección, el exterior de la córnea se vale de las lágrimas y el humor acuso que le aportan los nutrientes necesarios. Ojos | Pixabay Atento a si lagrimeas más de la cuenta Cómo hemos comentado anteriormente, las lágrimas son las encargadas del funcionamiento del exterior de la córnea y aunque hay ocasiones, cómo bostezar o reír, en las que podemos lagrimear más, hay otras de las que debes estar atento.
Cuando te frotas el ojo o te entra algo, podemos generar pequeños arañazos que nos dañen esta parte del ojo. Esto provoca que se genere más lágrimas y podamos estar más incómodos. También debemos estar atentos, y sobre todo el verano, a los ambientes secos o altas exposiciones a los aires acondicionados, que pueden provocar que se nos sequen los ojos,
El uso prolongado de lentillas también puede hacer que disminuya la cantidad de lágrimas en esta zona. SEGURO QUE TE INTERESA: Por qué nos pican los ojos cuando tenemos sueño
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El flujo de sangre a través del corazón – (Las abreviaturas se usan para señalar los nombres en la ilustración) El corazón bombea sangre a todas las partes del cuerpo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo y elimina el dióxido de carbono y los elementos residuales. A medida que la sangre viaja por el cuerpo, el oxígeno se consume y la sangre se convierte en desoxigenada,
La sangre desoxigenada regresa del resto del cuerpo al corazón a través de la vena cava superior (VCS) y la vena cava inferior (VCI), las dos venas principales que llevan la sangre de vuelta al corazón. La sangre desoxigenada entra a la aurícula derecha (AD), o cavidad superior derecha del corazón. Desde allí, la sangre fluye a través de la válvula tricúspide (VT) hacia adentro del ventrículo derecho (VD), o cavidad inferior derecha del corazón. El ventrículo derecho (VD) bombea sangre desoxigenada a través de la válvula pulmonar (VP) hacia la arteria pulmonar principal (APP). Desde allí, la sangre fluye a través de las arterias pulmonares derecha e izquierda hacia adentro de los pulmones. En los pulmones, se le incorpora oxígeno y se le retira dióxido de carbono a la sangre durante el proceso de respiración. Después de que la sangre recibe oxígeno en los pulmones, se llama sangre oxigenada, La sangre oxigenada fluye desde los pulmones de vuelta adentro de la aurícula izquierda (AI), es decir, la cavidad superior izquierda del corazón, a través de cuatro venas pulmonares. Luego, la sangre oxigenada fluye a través de la válvula mitral (VM) hacia adentro del ventrículo izquierdo (VI) o cavidad inferior izquierda. El ventrículo izquierdo (VI) bombea la sangre oxigenada a través de la válvula aórtica (VAo) hacia la aorta (Ao), la principal arteria que transporta sangre oxigenada al resto del cuerpo.
Resúmenes – El corazón es un órgano muscular que impulsa de forma constante sangre rica en oxígeno al cerebro y las extremidades, y transporta sangre pobre en oxígeno desde el cerebro y las extremidades a los pulmones, para obtener oxígeno. La sangre llega a la aurícula derecha del corazón desde el organismo, se mueve al ventrículo derecho y es impulsada dentro de las arterias pulmonares, en los pulmones.
Los médicos clasifican el shock hemorrágico en cuatro clases, según la cantidad de sangre que se pierde – Si pierde demasiada sangre, el cerebro no recibe suficiente oxígeno para mantener la vida. Las personas que sufren lesiones y traumas graves, como un accidente automovilístico, pueden perder sangre muy rápidamente, Una mujer preparada para donar sangre. Foto: IStock. La primera etapa implica perder del 10 al 15 por ciento de su sangre, Si esto sucede, afortunadamente, no sentirá muchos efectos, quizás un mareo. En este sentido, hay que decir que cuando se dona sangre, se da aproximadamente del 8 al 10 por ciento de ella en una sola extracción.
¿Qué hace el sistema circulatorio? – El sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón y hacia el corazón. Las arterias transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo, y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el corazón.
¿Qué hace el corazón? – El corazón es una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada latido, el corazón envía sangre a todo el cuerpo, transportando oxígeno a todas sus células. Después de distribuir el oxígeno, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, la sangre se bombea hacia los pulmones, donde se vuelve a cargar de oxígeno. Este ciclo se repite una y otra vez.
Plasma sanguíneo – El plasma sanguíneo es la porción líquida de la sangre que forma parte del líquido extracelular. Es el mayor componente de la sangre, representando un 55 % del volumen total de la sangre, con unos 40-50 mL/ kg peso. Es salado y de color amarillento traslúcido.
Además de transportar las células de la sangre, lleva los nutrientes y las sustancias de desecho recogidas de las células, El plasma sanguíneo es esencialmente una solución acuosa, ligeramente más densa que el agua, con un 90 % agua, un 10 % de proteínas y algunas trazas de otros materiales. El plasma es una mezcla de muchas proteínas vitales, aminoácidos, glúcidos, lípidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos, urea, gases en disolución y sustancias inorgánicas como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato,
Entre estas proteínas están: fibrinógeno (para la coagulación), globulinas (regulan el contenido del agua en la célula, forman anticuerpos contra enfermedades infecciosas), albúminas (ejercen presión osmótica para distribuir el agua entre el plasma y los líquidos del cuerpo) y lipoproteínas (amortiguan los cambios de pH de la sangre y de las células y hacen que la sangre sea más viscosa que el agua).
Cuando se coagula la sangre y se consumen los factores de la coagulación, la fracción fluida que queda se denomina suero sanguíneo.
Color – El color de la sangre humana varía de rojo brillante cuando se oxigena a un rojo más oscuro cuando se desoxigena. Debe su color a la hemoglobina, a la que se une el oxígeno. La sangre desoxigenada es más oscura debido a la diferencia en la forma de los glóbulos rojos cuando la hemoglobina se une a ella (oxigenada) comparado con cuando no se une a ella (desoxigenada).
Los seres humanos no podemos vivir sin sangre. Sin ella, nuestros órganos no podrían obtener el oxígeno y los nutrientes que necesitan para sobrevivir, no podríamos calentarnos ni enfriarnos cuando lo necesitáramos, combatir las infecciones ni deshacernos de nuestros productos de desecho.
1. Tienes unos 30 billones de glóbulos rojos – Las células más abundantes de tu cuerpo son los glóbulos rojos. Se cree que hay unos 26 billones en los hombres y la cifra es algo menor en las mujeres. Las plaquetas también son muy abundantes, aunque su número es mucho menor.
Respecto a la cantidad, el cuerpo humano contiene una media de cinco litros de sangre (entre 4,5 y 6, según sexo, edad, peso y altura), lo que representa el 1/13 del peso total del cuerpo humano. Cómo.
Cuerpo humano Estos son los litros de sangre que tiene el cuerpo humano Muy probablemente alguna vez hayas escuchado o leído acerca de los litros de sangre que suele tener el cuerpo humano, una cifra que dependerá de una serie de factores importantes como la altura, el peso, el género y la edad pero que, en líneas generales, responde a ciertos cánones.
Es por eso que en este artículo queríamos centrarnos en la respuesta a la pregunta acerca de cuántos litros de sangre tiene el cuerpo humano, además de analizar otros asuntos importantes al respecto. En primera instancia, entonces, podemos afirmar que la mayoría de los expertos coinciden en que un número normal para la cantidad de sangre es de entre el 7% y el 8% del peso de la persona, resultando así 5 litros un promedio que tiende a tomarse como parámetro para más facilidad.
De todos modos, debemos señalar algunas precisiones en este sentido:
Litros de sangre de media de un bebé: entre 75 y 80 mililitros por kilogramo Litros de sangre de media de un niño: entre 70 y 75 mililitros por kilogramo Litros de sangre de media de un hombre: entre 4,25 y 5,50 litros en total Litros de sangre de media de una mujer: alrededor de 4,25 litros en total
Por supuesto, existen ensayos especialmente diseñados para diagnosticar con absoluta certeza cuál es el volumen de sangre en el organismo de una persona, los cuales suelen aplicarse en el tratamiento de enfermedades como la anemia, es decir, la falta de hierro en sangre.
Se ha establecido este límite porque un 20% de la sangre de nuestro cuerpo posee en condiciones normales puede llevarnos a un shock en el que no se irrigue sangre a los tejidos, cuadro capaz de provocar daños irreversibles en órganos tales como el cerebro,
¿Cuáles son las partes del sistema circulatorio? – Existen dos recorridos que parten del corazón:
En la circulación pulmonar:
la arteria pulmonar es una gran arteria que sale del corazón. Se ramifica en dos, y lleva la sangre del corazón a los pulmones. En los pulmones, la sangre recoge oxígeno y elimina dióxido de carbono. Y la sangre regresa al corazón a través de las venas pulmonares.
En la circulación sistémica:
la sangre que regresa al corazón se ha cargado de oxígeno en los pulmones. Por lo tanto, se puede distribuir al resto del cuerpo. La aorta es una gran arteria que sale del corazón llena de sangre rica en oxígeno. Las ramificaciones de la arteria aorta trasportan sangre a los músculos del mismo corazón, así como a todas las demás partes del cuerpo. Como si de un árbol se tratara, las ramificaciones se van volviendo más y más pequeñas conforme se van alejando de la aorta. En cada parte del cuerpo, una red de diminutos vasos sanguíneos, llamados capilares, conecta pequeñas ramificaciones arteriales con pequeñas ramificaciones venosas. Los capilares tienen unas paredes muy finas, lo que permite que los nutrientes y el oxígeno se distribuyan a las células. Los productos de desecho entran en los capilares. Luego los capilares desembocan en pequeñas venas. Y las venas pequeñas desembocan en venas de mayor tamaño a medida que la sangre se va acercado al corazón. Las válvulas de las venas permiten que la sangre siga fluyendo en la dirección correcta. Las dos grandes venas que llevan sangre al corazón son la vena cava superior y la vena cava inferior. (Los términos “superior” e “inferior” no significan que una vena sea mejor que la otra, sino que están situadas por encima y por debajo del corazón.) Una vez la sangre regresa al corazón, necesitará volver a entrar en la circulación pulmonar, donde eliminará el dióxido de carbono y se cargará de oxígeno.